martes, 28 de julio de 2009

Cuidados del Cuidador de personas dependientes




CONSECUENCIAS PSICOSOCIALES EN CUIDADORES FAMILIARES DE PERSONAS MAYORES DEPENDIENTES. PROPUESTAS PARA ELEVAR SU CALIDAD DE VIDA


Por: Livia Villafuerte Asto


Master en Trabajo Social Comunitario, gestión y evaluación de programas y proyectos sociales


I. INTRODUCCIÓN

El envejecimiento de la población en España, es sin duda la principal característica demográfica en la actualidad y también perspectivamente, dada sus implicaciones económicas y sociales.
Según datos del IMSERSO, en España se estima que el porcentaje de personas mayores que presentan una dependencia importante está entre un 10% y un 15% de las personas mayores de 65 años, asimismo según este último Padrón, la cifra de población de España asciende a 45.200.737 personas, 2,4 veces más que el número de personas contabilizadas a principios del siglo XX (18.618.086).
Según datos del IMSERSO, en España se estima que el porcentaje de personas mayores que presentan una dependencia importante está entre un 10 y un 15 % de las personas mayores de 65 años. Al 1ero de enero de 2007, había un total de 7.531.826 personas de 65 y más años. Esta cifra se corresponde con el 16,7% de la población total.
Por lo general, la familia es la que asume la mayor parte del cuidado de estas personas en España (85% de la ayuda). En cada familia suele haber un cuidador principal que responde a las circunstancias de cada familia, sin que se haya llegado a ello por un acuerdo explícito entre los miembros de la familia.
Los estudios realizados en los últimos veinte años en España, permiten afirmar, que los cuidadores familiares se ven expuestos a una situación de estrés que incrementa el riesgo de padecer diversos problemas físicos y emocionales, especialmente ansiedad y depresión

En un intento de analizar las consecuencias psicosociales en el cuidador familiar, haciendo hincapié en el stress y la calidad de vida, se han llevado a cabo revisiones bibliográficas, especialmente con la búsqueda de material en páginas web como: MEDLINE, PSYCINFO, PORTAL MAYORES, Biblioteca Virtual de Salud, (IBECS), Investen-Joana Briggs, CUIDEN, DIALNET, COCHRANE, INAHTA y TESEO etc. de donde se ha extraído investigaciones y propuestas de intervención como: Programas psicoeducativos, grupos de ayuda mutua, intervenciones psicoterapéuticas, etc. que intentan reducir el malestar socio-emocional de los cuidadores familiares de mayores dependientes en nuestros días.

II. PRESENTACIÓN

En los últimos años existe un reconocimiento de la necesidad de atención al colectivo de las personas mayores en situación de dependencia y sus familiares. La atención a las personas en situación de dependencia ha sido tradicionalmente llevada a cabo por las propias familias en el entorno comunitario, respondiendo así a los intereses tanto de las personas mayores y sus familiares como de las instituciones, en lo que ha sido denominado “principio de envejecer en casa”.

Las importantes demandas que implica esta situación tienen generalmente un impacto negativo significativo sobre diferentes áreas de la vida de la persona cuidadora (salud, relaciones sociales y familiares, economía, etc.). Pautas como las reflejadas en trabajos como: Cuando las personas mayores necesitan ayuda, Guía para cuidadores y familiares (INSERSO, 1997), han representado una aportación de gran interés y utilidad para este colectivo.

Estas cuestiones son recogidas en la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, que incluyen acciones dirigidas a incorporar programas de formación e información a los cuidadores.

El presente trabajo, llevado a cabo durante el presente mes, ha sido elaborado y revisado, durante la asignatura Técnicas avanzadas de trabajo social, contando para ello con asesorías personalizadas permanente con la docente. Es fruto de la inquietud por identificar aquellos riesgos de los cuidadores de sufrir consecuencias negativas por el cuidado, asimismo conocer las características de los cuidadores familiares de personas mayores a nivel psicosocial y dar propuestas para lograr mejorar la calidad de vida de los mismos.

En definitiva, el presente trabajo pretende dar el valor debido a los cuidadores familiares de personas mayores dependientes, por ser un colectivo importante y necesario en nuestra realidad actual por que brindan un aporte importante a las familias en la sociedad española, asimismo se aportan intervenciones profesionales para atender de forma adecuada las necesidades y elevar la calidad de vida del cada vez mayor número de familias que cuentan con una persona mayor en situación de dependencia entre sus miembros, y que necesitan ayuda para continuar haciéndolo en las condiciones adecuadas y evitar el detrimento de su salud bio-psicosocial.

III. CONCEPTOS BÁSICOS

Cuidador:


Cuidar es una situación que muchas personas a lo largo de sus vidas acaban experimentando. Se ha definido al cuidador como "aquella persona que asiste o cuida a otra afectada de cualquier tipo de discapacidad, minusvalía o incapacidad que le dificulta o impide el desarrollo normal de sus actividades vitales o de sus relaciones sociales."[1]

Cuidador familiar:

Es aquella persona que forma parte de la familia (hija/o, esposa/o, nieta/o, etc.), que, por diferentes motivos, coinciden en la labor a la que dedican gran parte de su tiempo y esfuerzo y permite que otros miembros de la familia puedan desenvolverse en su vida diaria, ayuda a la persona mayor a adaptarse a las limitaciones que sus problemas de salud por el envejecimiento, les impide.

Stress:


El Dr. Gastón de Mezerville Zeller (1998) ha escrito acerca del estrés, y nos refiere que fue el médico canadiense Hans Seyle quien acuñó el término para referirse a "la respuesta del individuo ante las demandas que recibe, incluyendo toda tensión y el desgaste causados por la vida".


Carga

Conjunto de problemas físicos, mentales y socioeconómicos que experimentan los familiares de cuidadores de mayores, que pueden afectar sus actividades de ocio, relaciones sociales, amistades, intimidad, equilibrio emocional y libertad.

Mayor dependiente

Es la persona que se encuentra en situación de disminución de sus reservas funcionales, lo que conlleva a una mayor susceptibilidad y vulnerabilidad frente a agentes físicos, químicos, biológicos y psicosociales y depende de otra persona para hacer frente a sus necesidades.

IV. LAS TAREAS DEL CUIDADOR FAMILIAR

Cuidar implica múltiples y variadas actividades de prestación de ayuda. Aunque las áreas en las que se prestan cuidados y las tareas que implica dicha ayuda dependen de cada situación particular, muchas de las tareas habituales que implica la prestación de ayuda a una persona mayor dependiente son comunes.
Es importante tener en cuenta que cuando se asume el cuidado del familiar, se piensa que va a ser una situación temporal, aunque, en muchas ocasiones dura varios años con una creciente demanda de cuidados. [2]
Tareas frecuentes:

- Ayuda en las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.)
- Ayuda para el transporte fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al médico)
- Ayuda para el desplazamiento en el interior del domicilio.
- Ayuda para la higiene personal (peinarse, bañarse, etc.)
- Ayuda para la administración del dinero y los bienes.
- Supervisión en la toma de medicamentos.
- Colaboración en tareas de enfermería.
- Llamar por teléfono o visitar regularmente a la persona que se cuida.
- Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando se comporta de forma agitada).
- Ayuda para la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.
- Hacer muchas "pequeñas cosas" (por ejemplo, llevarle un vaso de agua, acercar la radio, etc.).

Según diversos estudios realizados en España, se observa lo siguiente:

Ø En cuanto a las motivaciones que señalaron los cuidadores familiares para hacer su tarea, la mayoría lo hace por razones de lazos afectivos con su familiar.

Ø Con respecto a si los cuidadores poseen información acerca de la enfermedad o problemas de las personas mayores y su manejo, se observa que en su mayoría es nula, la gran mayoría no tienen experiencia.

Ø Los problemas de salud que predominantemente padecen los cuidadores familiares de personas mayores son problemas nerviosos, problemas óseos, musculares, cefaleas, problemas cardíacos e hipertensión arterial.

Ø Con respecto a la afectación psicológica, la angustia, el miedo y la desesperanza son los sentimientos negativos que más experimentaban los cuidadores, aunque también la mayoría siente ira y sentimiento de soledad.

V. CONSECUENCIAS DEL CUIDADO DE MAYORES DEPENDIENTES EN EL CUIDADOR FAMILIAR.


La vida de aquellas personas que atienden a una persona mayor dependiente puede verse afectada de muchas maneras.
Según un estudio llevado a cabo en Extremadura, en el año 2004 a la pregunta sobre las consecuencias que trae la atención de mayores en su vida normal, las respuestas son las siguientes:

Ø No pueden trabajar fuera, han dejado de trabajar o han reducido la jornada
Ø Han reducido el ocio
Ø No pueden cuidar a otros
Ø No pueden cuidar de si mismos/as o falta de autocuidado
Ø Disminución de calidad de vida, no ven amistades
Ø Se sienten cansados/as
Ø Problemas psicológicos (depresión, ansiedad, estrés).
Ø Alteración del sueño
Ø Tienen problemas económicos
Ø Tienen problemas de salud
Ø Aumento del riesgo de mortalidad
Ø Riesgo de cuidado inapropiado de la persona mayor.
Ø Maltrato
Ø Relación más estrecha con la persona cuidada.

Además es frecuente que las personas que cuidan a una persona mayor dependiente experimenten cambios en las siguientes áreas:
Ø En las relaciones familiares
Ø En el trabajo y en su situación económica
Ø En su tiempo libre
Ø En su estado de ánimo
Ø La satisfacción de cuidar
Ø En su salud


- Relaciones familiares

Se dan desacuerdos entre la persona que cuida y otros familiares en relación con el comportamiento, decisiones y actitudes de unos u otros hacia la persona mayor o por la forma en que se proporcionan los cuidados.
La persona que ha asumido la mayor responsabilidad percibe que el resto de la familia no valora su esfuerzo, también la pareja de la persona que ha asumido la responsabilidad de cuidar o los hijos se encuentran disgustados por el hecho de que la persona mayor viva en la misma casa. Esto crea múltiples dificultades en la relación de pareja y con los hijos que echan de menos el tiempo del cuidador para ellos. [3]

- Trabajo y situación económica


En España, el 50% de los cuidadores no pueden plantearse trabajar, han abandonado su trabajo o han reducido su jornada laboral. En esto son frecuentes las dificultades económicas, ya sea porque disminuyen los ingresos (disminución de la dedicación laboral) o porque aumentan los gastos derivados del cuidado del anciano.

- Tiempo libre

El familiar del cuidador percibe que no tiene tiempo para su ocio, también suele tener sentimientos de culpa por pensar que si dedica tiempo a sí mismo está abandonando su responsabilidad. La reducción de actividades en general es muy frecuente y está muy relacionada con sentimientos de tristeza y de aislamiento.

- Salud


Los cuidadores familiares suelen sentir cansancio físico, fatiga, riesgo de aparición de enfermedades y la sensación de que su salud ha empeorado desde que cuidan de su familiar. En estudios se ha comprobado que las personas que cuidan visitan más al médico y tardan más en recuperarse de las enfermedades.

Problemas de salud físicos: Las quejas somáticas son múltiples, destacando las referidas a dolor de tipo mecánico crónico del aparato locomotor; otras frecuentes son cefalea de características tensionales, astenia, fatiga crónica, alteración del ciclo sueño-vigilia, insomnio y otros, en general mal definidos, de evolución crónica y claramente deteriorantes de su mermada calidad de vida.

Problemas de salud psíquicos: La prevalencia de desórdenes del área psíquica alcanza un 50%, a menudo difíciles de verbalizar y definidos como somatizaciones o como términos vagos del tipo de desánimo o falta de fuerzas. Sentimientos de tristeza, desesperación, indefensión y desesperanza. Se he comprobado la presencia de un alto número de síntomas depresivos en familiares cuidadores. Esto puede ser debido a a la situación de declive que perciben en su familiar, a la reducción de su tiempo libre, sentimientos de enfado e irritabilidad por pensar que no hace todo lo que se puede, por desear que el familiar muera (para que deje de sufrir o para "liberarse" el cuidador de la situación), por descuidar otras responsabilidades, etc..

Los principales problemas psíquicos del cuidador son la depresión, la ansiedad y el insomnio, que constituyen la vía de expresión de su estrés emocional. Los cuidadores presentan una alta tasa de automedicación, especialmente de diversos tipos de psicofármacos y analgésicos.[4]


VI. ESTRÉS EN EL CUIDADOR FAMILIAR



Los cuidadores familiares, se encuentran sometidos a una situación estresante y a un peligro de desbordamiento y agotamiento de sus recursos que puede repercutir en su salud física y también en el estado de ánimo y en la modificación de los umbrales de percepción del sufrimiento y de la persona a la que cuida, con el cual se encuentran en continua interacción[5]. Como ha señalado Craig[6], "la percepción del dolor puede ser atenuada o acentuada por los procesos emocionales".
En la gran mayoría de las investigaciones sobre las repercusiones del cuidado de un anciano dependiente en su cuidador principal se han basado en la opinión del propio cuidador. A partir de la investigación realizada en Extremadura en el año 2004, se realizó una encuesta que valoraba el estrés del cuidador desde el punto de vista del anciano que era el entrevistado.

Se ha observado en la investigación que un 22 por 100 de los cuidadores familiares sufren algún grado importante de estrés, según la perspectiva del propio anciano. Un 11 por 100 de los entrevistados muy dependientes considera que su cuidador/a afronta la atención con una tensión psicológica elevada.

Cuando el entrevistado es hombre destaca que existe “preocupación del cuidador/a por la situación”, especialmente en los grupos más jóvenes, después el porcentaje desciende. Cuando la que valora es una mujer el porcentaje de estrés que le confiere al cuidador es mayor.

Hay que considerar la aparición de un estado inmunodepresivo que puede incrementar la vulnerabilidad biológica y poner en peligro la salud del cuidador.


Una investigación de Kiecolt-Glaser y colaboradores [7]ha puesto de relieve, de forma drámatica, algunos de los cambios orgánicos que experimentan buena parte de los cuidadores familiares en una situación estresante muy prolongada: el cuidado de los enfermos de Alzheimer.


Estudiadas 13 mujeres que atendían a familiares con demencia y 13 mujeres de control, equiparadas en cuanto a edad e ingresos familiares, y practicada a todas ellas una herida de biopsia de 3,5 mm, se ha visto que la cicatrización de las heridas requirió un tiempo significativamente mayor en las mujeres que atendían a familiares demenciados en comparación con las mujeres de control. Los autores concluyen que estas deficiencias podrían tener importantes consecuencias clínicas para la recuperación del cuidador si el mismo tuviera que someterse, en aquel momento, a una intervención quirúrgica. Según Vitaliano[8], "cuanto más tiempo los cuidadores gocen de buena salud, más tiempo podrán mantener su independencia, llevar una vida satisfactoria y proporcionar un cuidado adecuado a sus seres queridos".


De sus estudios acerca del estrés, el Dr. Mezerville afirma que existe el estrés de estar vivo: ya que "cada célula, tejido, órgano o sistema del cuerpo experimenta una tensión básica que le permite mantener la vida"

En un sentido general, el estrés es la respuesta del cuerpo mediante la cual éste se adapta. El organismo para dar esta respuesta ha desarrollado un mecanismo que activa el sistema nervioso autónomo para capacitar al organismo para combatir o escapar. Biológicamente, la estimulación se observa por la secreción de las hormonas denominadas norepinefrina, epinefrina y cortisona.


Las dos primeras son conocidas como adrenalina, la cual se asocia con la cortisona para elevar el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, así como la respuesta galvánica de la piel por la transpiración, y se aumenta el porcentaje de azúcar en la sangre y se liberan unos ácidos grasos de las reservas adiposas. Toda esta respuesta biológica se da con el fin de proporcionar energía necesaria para la defensa contra la agresión, para el logro de la supervivencia y para la adaptación a nuevas condiciones de vida.

Factores relacionados con el estrés:



Psicoemocionales: Ira, frustración, miedo, celos, envidia, y cualquier otro sentimiento agradable o desagradable, sentimientos de insatisfacción, la ausencia de motivación y finalidad en la vida.

Físicos: Hambre, enfermedad, agotamiento, calor o frío excesivos, cambios climáticos severos, excesivo ruido ambiental, entre otros.

Biológicos: Subalimentación, desequilibrios alimentarios causados por exceso de azúcar, sal, grasa, café, tabaco o alcohol.

Señales de alerta frente al stress en el cuidador de mayores

- Problemas de sueño (despertar de madrugada, dificultad para conciliar el sueño, demasiado sueño, etc.)
- Pérdida de energía, fatiga crónica, sensación de cansancio continuo, etc.
- Aislamiento
- Consumo excesivo de bebidas con cafeína, alcohol o tabaco. Consumo excesivo de pastillas para dormir u otros medicamentos
- Problemas físicos: palpitaciones, temblor de manos, molestias digestivas
- Problemas de memoria y dificultad para concentrarse
- Menor interés por actividades y personas que anteriormente eran objeto de interés
- Aumento o disminución del apetito
- Actos rutinarios repetitivos como, por ejemplo, limpiar continuamente
- Enfadarse fácilmente
- Dar demasiada importancia a pequeños detalles
- Cambios frecuentes de humor o de estado de ánimo
- Propensión a sufrir accidentes
- Dificultad para superar sentimientos de depresión o nerviosismo
- No admitir la existencia de síntomas físicos o psicológicos que se justifican mediante otras causas ajenas al cuidado
- Tratar a otras personas de la familia de forma menos considerada que habitualmente.

Recomendaciones frente al stress


1. El cuidador debe estar consciente de su situación de estrés. 2. A partir de esto debe definir las áreas que le generan más estrés: el baño, la elaboración de los alimentos, el aseo de la casa. 3. Debe hacer una lista de las personas que pueden apoyar el cuidado 4. Coordinar con ellos/as el apoyo. 5. Dividan la tarea en días: por ejemplo el lunes lavado de ropa de vestir y planchado, martes: limpieza de baño y cuarto de la persona mayor, etc. 6. Cuidar la alimentación, consumir arroz, frijoles, carnes cocinadas, que se pueden mantener en refrigeración y calentar al momento necesario.

VII. CUIDANDO AL CUIDADOR. ¿COMO MEJORAR SU CALIDAD DE VIDA?

El manual de soporte para cuidadores elaborado por el Social Work Service de Estados Unidos, recomienda a los cuidadores cinco estrategias con el fin de mejorar su control sobre la situación en la que van a proporcionar, o están ya proporcionando, cuidados[9]: 1) Fijarse objetivos y expectativas realistas; 2) Establecer sus propios límites; 3) Pedir y aceptar ayuda; 4) Cuidar de si mismos; y 5) Implicar en el cuidado a otras personas.

a) El auto cuidado y la importancia de la planificación del cuidado: Es muy importante la planificación del cuidado para evitar consecuencias negativas y el stress del cuidador. Para ello se debe tener en cuenta lo siguiente:
- División de responsabilidades- Coordinación con los demás familiares: Pareja y los hijos del cuidador- Las relaciones sociales- Las necesidades personales: evitar "la pérdida de sí mismo"- El lugar donde se cuida- La situación laboral- La economía- La relación con los profesionales

División de responsabilidades
El cuidado de la persona mayor implica variadas tareas y responsabilidades, también tiempo y esfuerzo, características que hacen imposible que dicha situación pueda ser asumida sin problemas por una sola persona, crea "carga". Para evitar estas situaciones, es recomendable que se clarifique quién va a participar en el cuidado de la persona mayor y cómo se van a distribuir las funciones y responsabilidades del cuidado.

Algunas cuestiones a abordar serían las siguientes:

Con la pareja:- Anticipar cómo puede afectar la situación de cuidado a la relación de pareja y hablar de ello con ésta. - Hablar con la pareja acerca de cómo se siente cada uno en relación a los cambios que van surgiendo en sus vidas en relación con la situación de cuidado.- Reservar tiempo para realizar actividades con la pareja.- Hacer partícipe a la pareja de toda decisión relacionada con el cuidado que pueda afectarle.Con los hijos:- Explicarles la situación con tranquilidad y sinceridad.- Preguntarles si están dispuestos a colaborar en el cuidado.-


Preguntarles cómo se sienten en relación a los cambios que van surgiendo en la vida familiar en relación con la situación del cuidado del familiar mayor.- Si la ayuda a la persona mayor se proporciona en casa y si los hijos están dispuestos a colaborar, es recomendable hacer un reparto de las responsabilidades y tareas caseras.- Hacerles partícipes de toda decisión relacionada con el cuidado que pueda afectarles.

Las relaciones sociales
Es aconsejable que los cuidadores puedan mantener sus relaciones sociales, los contactos sociales significativos con familiares y amigos con los que puedan reír y pasar buenos ratos o llorar y desahogarse de sus tensiones.


En el caso de que ya se haya producido la pérdida de los contactos sociales como consecuencia de las demandas de la situación de cuidado, sería recomendable que la persona que cuida buscase crear nuevos vínculos, nuevas relaciones positivas o amistades con las que poder compartir experiencias positivas que potencien su bienestar y aligeren su carga.

Las necesidades personales: evitar "la pérdida de sí mismo"
Los cuidadores deben mantener una lista de metas o acciones que les gustaría realizar en caso de tener algún tiempo libre. Así, cuando ese tiempo libre se dé, la persona que cuida tendrá objetivos y actividades con los que pasar buenos ratos, realizar actividades de formación, deportivas, de ocio, etc. que contribuyan a satisfacer sus necesidades y les hagan sentirse bien.


El lugar donde se cuida
De cara a la planificación del cuidado, es importante tener en cuenta que el lugar en el que se vaya a cuidar de la persona mayor debe reunir unos requisitos mínimos de espacio y que, probablemente, requiera de modificaciones en algunos de sus elementos para adaptarlo a las necesidades de la persona mayor.

La situación laboral
Es importante considerar la compatibilidad del cuidado con el trabajo, analizar hasta qué punto la situación laboral puede mantenerse igual que antes o si, por el contrario, será necesario recortar la jornada laboral o, incluso, dejar de trabajar

La economía
Se debe evaluar si se dispone de recursos económicos para hacer frente a los gastos en medicamentos, modificaciones del ambiente y demás aspectos relacionados con el cuidado, asimismo ver si los otros miembros de la familia están dispuestos a colaborar en el aspecto económico


La relación con los profesionales
Los cuidadores pueden consultar con los profesionales de la salud (médicos, enfermeras) y de los servicios sociales las dudas y cuestiones relacionadas con el cuidado. Los profesionales de la salud deben ofrecer información de calidad acerca de las características de los problemas de salud que padecen las personas mayores dependientes, así como de los cuidados que precisa y la mejor forma de proporcionárselos.

Los profesionales de los servicios sociales deben ofrecer a los cuidadores la información disponible sobre los recursos sociales (por ejemplo, centros residenciales, asistencia domiciliaria, centros de día, programas de respiro, etc.) que pueden utilizar, así como sobre los medios para acceder a tales recursos.

b) Intervención de los profesionales para mejorar la calidad de vida del cuidador

Para disminuir las consecuencias negativas en el cuidador, y para elevar su calidad de vida los profesionales podemos aplicar las siguientes intervenciones:
- Información: sobre la enfermedad, los recursos disponibles, etc.
- Formación: El cuidador debe saber cómo cuidar adecuadamente de la persona mayor (Técnicas de solución de problemas) y como cuidar mejor de sí mismos (por ejemplo, relajación).
- Intervención clínica: Brindar apoyo psicológico al cuidador tratando posibles problemas psicológicos.
- Servicios de ayuda al cuidador: El objetivo de estos servicios es que el cuidador descanse temporalmente de sus responsabilidades de cuidado. Pueden ser de diferentes tipos: estancias temporales en residencias, ayuda a domicilio, voluntariado, centro de día, etc.
- Grupos de apoyo o autoayuda: Favorece la expresión emocional de los participantes y el apoyo emocional. Permite que aprendan estrategias de afrontamiento y solución a diferentes situaciones difíciles.
- Las intervenciones psicoeducativas se suelen realizar en grupo y el objetivo es, por un lado, informar y formar a los cuidadores y, por otro, enseñarles estrategias que les permitan cuidar mejor de sí mismos.

Es importante acotar que los médicos, psicólogos, trabajadores sociales, personal de enfermería, etc., son profesionales que pueden ayudar a los cuidadores a resolver situaciones difíciles. Es aconsejable recurrir a ellos cuando se detecten las "señales de alerta" y no esperar al último momento. Existen pautas específicas sobre cómo pedir ayuda a los profesionales, es conveniente ser capaces de transmitir claramente cuál es el problema o la necesidad que se tiene. A continuación, la relación de los distintos centros, asociaciones y profesionales:


§ Centros


Ayuntamientos y Juntas Municipales.
Centros de Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma.
Centros para Personas Mayores (Hogares y Clubs)
En estos Centros se puede solicitar información sobre servicios y programas para personas mayores tales como:
Ayuda a domicilio estancias temporales en Residencias.
Ingreso en Residencias.
Centros de Día.
Ayudas económicas, etc.
Asociaciones
Asociaciones de Voluntariado y Servicios de Acompañamiento de Cruz Roja o Cáritas.
Asociaciones de Mayores o Familiares.
Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer. Existen en casi todas las provincias.

En estas Asociaciones se puede solicitar todo tipo de apoyo e información sobre los servicios que existen para las personas mayores y familiares, así como la asignación de voluntarios que puedan ayudar a los cuidadores.
Profesionales
Médicos del Centro de Salud o Ambulatorio.
Personal de Enfermería del Centro de Salud o Ambulatorio.
Personal de los Servicios Sociales.
Servicios Médicos de Centros para Mayores.

Estos profesionales pueden ayudar a los cuidadores aconsejándoles acerca del cuidado y cómo resolver algunos de los problemas que pueden encontrarse.

VIII. ANEXOS

Descripción socio-demográfica I: Cuidadores familiares según sexo, edad, estado civil
Fuente: IMSERSO. Situación y evolución del apoyo informal a los mayores en España. Informe de resultados. Madrid: IMSERSO, 2004. <http://www.imsersomayores.csic.es/documentacion/documentos/registro.htm?id=1002>

Descripción socio-demográfica II: Nivel de estudios y actividad que realiza
Fuente: IMSERSO. Situación y evolución del apoyo informal a los mayores en España. Informe de resultados. Madrid: IMSERSO, 2004. <http://www.imsersomayores.csic.es/documentacion/documentos/registro.htm?id=1002>
Descripción socio-demográfica III: Con quien vive
Fuente: IMSERSO. Situación y evolución del apoyo informal a los mayores en España. Informe de resultados. Madrid: IMSERSO, 2004. <http://www.imsersomayores.csic.es/documentacion/documentos/registro.htm?id=1002>
Tipo de ayuda prestada
Fuente: IMSERSO. Situación y evolución del apoyo informal a los mayores en España. Informe de resultados. Madrid: IMSERSO, 2004. <http://www.imsersomayores.csic.es/documentacion/documentos/registro.htm?id=1002>
Número de personas mayores a las que atiende
Fuente: IMSERSO. Situación y evolución del apoyo informal a los mayores en España. Informe de resultados. Madrid: IMSERSO, 2004. <http://www.imsersomayores.csic.es/documentacion/documentos/registro.htm?id=1002>
Las hijas aparecen como cuidadoras principales en un 38,8% de los casos y como cuidadoras secundarias en un 24,8%. El cónyuge también juega un importante papel en el cuidado. Son cuidadores principales en el 21,8% de los casos.


IX. BIBLIOGRAFÍA - WEBGRAFÍA


· Bermejo F, Rivera J, Pérez del Molino F. Aspectos familiares y sociales en la demencia. Med Clín (Barc) 1997.[Medline]

· Dunkin JJ, Anderson-Hanley C.Dementia caregiver burden. A review of the literature and guidelines for assessment and intervention. Neurology 1998; 51(Suppl 1). [Medline]

· Fernández de Trocóniz MI, Montorio Cerrato I, Díaz Veiga P. Cuando las personas mayores necesitan ayuda. Guía para cuidadores y familiares. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Imserso;1997.

· Mateos R, Ybarzabal M.A. Intervención e o apoio familiar. Técnicas e a súa importancia. En: Plan Galego de atención o enfermo de Alzheimer e outras demencias. Santiago de Compostela: Xunta de Galicia, Consellería de Sanidade e Servicios Sociais.

· Uriarte B, Bouzas. Programa Zaindu. Comunicación presentada en las III Jornadas Geriatricas Papel de la familia en el cuidado de las personas mayores. Bilbao, noviembre 2005.

· Rodríguez P y Sancho MT. El apoyo informal a las personas mayores en España y la protección social a la dependencia. Del familiarismo a los derechos de ciudadanía. Revista Española de Geriatría y Gerontología Año 2006.

· Diaz Veiga P, Montorio I, Yanguas J. Intervenciones en cuidadores de personas mayores. En: Izal M, Montorio I, editores. Gerontología conductual: Bases para la intervención y ámbitos de aplicación. Madrid: Síntesis; 1999.

· Losada A. Influencia de los pensamientos disfuncionales sobre el cuidado en el malestar psicológico de cuidadores de personas mayores con dependencia. Universidad Autónoma de Madrid: Tesis no publicada; 2005.

· http://www.alz.org/
· http://www.caregiver.org/
· http://www.portalmayores.com/
· http://www.medline.com/
· http://www.psycinfo.com/ http://www.dialnet.com/
[1] De los Reyes MC. Construyendo el concepto de cuidador de ancianos. Foro de Investigación, Envejecimiento de la población. Curitiba, Brasil: MERCOSUR; 2001.
[2] Fernández de Trocóniz MI, Montorio Cerrato I, Díaz Veiga P. Cuando las personas mayores necesitan ayuda. Guía para cuidadores y familiares. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Imserso;1997.
[3] Bermejo F, Rivera J, Pérez del Molino F. Aspectos familiares y sociales en la demencia. Med Clín (Barc) 1997; 109:140-146. [Medline]

[4] Mateos R, Ybarzabal M.A. Intervención e o apoio familiar. Técnicas e a súa importancia. En: Plan Galego de atención o enfermo de Alzheimer e outras demencias. Santiago de Compostela: Xunta de Galicia, Consellería de Sanidade e Servicios Sociais. p. 126-129.

[5] Baines M. Tackling total pain. En Saunders C ed Hospice and palliative care. Londres: Arnold 1990, 26-38.
6 Craig KD. Emotional aspects of pain. En Wall PD Melzack R eds Texbook of pain. Edinburgo: Churchill Livingstone 1984, 153-161.

[7] Kiecolt-Glaser JK, Marucha PT, Malarkey AM, Mercado AM, Glaser R. El estrés psicológico enlentece la cicatrización de las heridas. Lancet (Ed. Esp.) 1996, 28, 188-191.

[8] Vitaliano PP. physiological and physical concomitants of caregiving: Introduction to special issue. Ann Behav Med 1997, 19 (2), 75-77

[9] Social Work Service. Caregivers support group manual. Topeka, Kansas: Colmery- O'Neil VA Medical Center, 1990

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